El martes 3 de mayo a las 21.00 horas, en el Teatro Principal de Puerto Real, tendrá lugar el concierto de Bill Frisell, junto a Tony Scheer (bajo) y Kenny Wollesen (batería) El precio de la entrada es de 15 €, y de 10 € para la comunidad universitaria.
La carrera de Bill Frisell como guitarrista y compositor abarca más de cuarenta años e innumerables y celebradas grabaciones, alguna mencionada en la revista Downbeat como “la mejor producción grabada de la década”.
Reconocido como uno de los veintiún artistas de las artes escénicas más vital y productivo de Estados Unidos, Frisell ha contribuido al trabajo de músicos como Paul Motian, John Zorn, Elvis Costello, Ginger Baker, Suzanne Vega, Loudon Wainwright III, Van Dyke Parks, Vic Chesnutt, Rickie Lee Jones, Ron Sexsmith, Vinicius Cantuaria, Marc Johnson, Ronald Shannon Jackson y Melvin Gibbs, Marianne Faithful, John Scofield, Jan Garbarek, Lyle Mays, Vernon Reid, Julius Hemphill, Paul Bley, Wayne Horvitz, Hal Willner, The Frankfurt Ballet, el director de cine Gus Van Sant, David Sanborn, David Sylvian, Petra Haden y muchísimos más, como Bono, Brian Eno, Jon Hassell o Daniel Lanois en la banda sonora de la película de Wim Wenders “Million Dollar Hotel”.
Su galardonado trabajo le ha establecido como uno de los guitarristas más solicitados de la música contemporánea, gracias a su versatilidad y singularidad. Frisell llega a Campus Jazz Puerto Real junto al neoyorquino Tony Scherr, miembro de bandas como The Lounge Lizards, Sex Mob, Jesse Harris and the Ferdinandos y Chris Brown and the Citizen Band, y el batería Kenny Wollesen, quien ha grabado álbumes con Tom Waits, Sean Lennon, Ron Sexsmith, Norah Jones o John Zorn y es miembro del New Klezmer Trio, de Sex Mob y de Himalayas.
“Mi trío con Tony Scherr y Kenny Wollesen es probablemente el grupo más flexible y espontáneo con el que he tocado. El repertorio puede cambiar cada noche según nuestro estado de ánimo, el tamaño o la calidad de sonido de la sala, la audiencia, lo que hemos comido o no ese día, o si últimamente hemos podido dormir lo suficiente, las horas que hemos viajado, etc. Nunca planeamos un concierto. Con Tony y Kenny disfruto del lujo de tocar simplemente lo que me pasa por la cabeza en ese momento. Y puede ser música de cualquiera de mis álbumes: estándares, folk o lo que sea. Son para mí un reto y una inspiración cada vez que estamos juntos”. Asegura el propio Bill Frisell
