Sorpresa y perplejidad. Eso es lo que causaba en Izquierda Unida el hecho de que el Gobierno local del Ayuntamiento de Córdoba esté barajando seriamente la posibilidad de disolver el IMTUR como moneda de cambio con Vox para conseguir el voto favorable en la aprobación del presupuesto municipal de 2022. Su portavoz, Pedro García, defiende que más que el ente como tal, lo que importa "son las personas"; que en este caso particular "son muy malos".
Si al final se produce esa maniobra polítíca, García avisa: "No es posible traer esos trabajadores al Ayuntamiento". Y además, "Bellido está timando a Badanelli" porque "el presupuesto municipal es para 2022 y es exclusivamente para ese ejercicio", asegurando que "disolver un ente público no es fácil. Para que eso se lleve a efecto, el portavoz municipal de IU detalla que se han de generar acuerdos plenarios, gestiones y otras negociaciones porque "los propios trabajadores del IMTUR tiene derechos y hoy no saben, por ejemplo, qué va a ser de su futuro".
García sostuvo ante la prensa que "no se puede jugar con la vida de la gente", y comentó que "esto no es un cortijo propiedad de la derecha y la ultraderecha". Asimismo, agregó parecerle "preocupante" cómo funciona el equipo de Gobierno a un año de elecciones, ya que "la disolución de un organismo autónomo no venía en ningún programa electoral".