El hotel de cinco estrellas de la plaza del Arroyo que acaba de obtener licencia municipal implicará una inversión aproximada de un millón de euros y permitirá la recuperación de una casa burguesa del siglo XIX de tres plantas y gran envergadura en su conjunto.
Los promotores deberán mantener la apariencia exterior y los elementos comunes de circulación, como escaleras principales y patios estructurantes con sus galerías.
De igual modo, el proyecto tendrá que suprimir los elementos o volúmenes añadidos que distorsionan la tipología original y los valores arquitectónicos y espaciales de la edificación.
Sí se permitirá la redistribución de tabiquería sin modificar espacios conformados con techos de diseño singular y unitario, aunque debiéndose mantener en todo caso visibles las estructuras y elementos decorativos internos y externos originales que revistan interés arquitectónico o histórico.
También es posible reponer elementos estructurales deteriorados repitiendo siempre los sistemas constructivos originales.
El edificio en sí ocupa el número 13 de la plaza del Arroyo y tiene fachada lateral al Reducto de la Catedral, por lo que sin duda disfruta de un emplazamiento privilegiado en el centro histórico de la ciudad, junto al primer templo diocesano y al complejo bodeguero de González Byass -en el que se integra además otro negocio hotelero de primer nivel- y a pocos metros de los futuros museos del Flamenco y de Lola Flores, proyectados para la plaza Belén.
Todo ello sin contar con el proyecto de reurbanización que se está comenzando a desarrollar en toda esta zona y con el que ya se ha avanzado desde el Ayuntamiento para el entorno de la Catedral, que sin duda alguna contribuirá a realzar la belleza de un espacio tradicionalmente desplazado del centro de la ciudad.
Una vez con la licencia en la mano, los promotores podrán empezar a trabajar en la rehabilitación y adecuación de la finca en cuanto estimen oportuno.
En este sentido, la ventaja que existe es que el edificio no presenta gran deterioro. No en vano, en la ficha que consta en el catálogo de elementos del conjunto histórico artístico incluido en el PGOU que se encuentra todavía en vigor se hace constar que el estado de conservación aparente del edificio que se va a intervenir es bueno.
