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Puente Genil

Diversificar la oferta turística, la clave para hacerla más atractiva

El yacimiento arqueológico de Fuente-Álamo es uno de los grandes escaparates turísticos de la ciudad

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  • El yacimiento arqueológico de Fuente-Álamo, la joya de la corona del turismo cultural pontanés.

La delegación municipal de Turismo del Ayuntamiento de Puente Genil dio a conocer  los contenidos del plan estratégico de turismo sostenible, una iniciativa que abre el debate en torno a las propuestas que caben ponerse sobre la mesa para articular un modelo turístico de la ciudad de cara al horizonte comprendido entre 2022 y 2027.     

Para empezar, todos sabemos que el atractivo turístico de Puente Genil reside en elementos diferenciales con respecto a otras localidades, y es que nuestra ciudad, pese a no tener los atractivos de los que otras gozan, lleva algunos años tratando de abrirse hueco en el mercado turístico apostando en un doble sentido, por una parte, participando de lleno en iniciativas conjuntas con otras poblaciones, caso de la Ruta Caminos de Pasión, la Ruta Bética-Romana, la Fundación de Ciudades Medias del Centro de Andalucía, y ahora más recientemente la Asociación de la Vía Verde del Aceite; pero también por otra, ahondando en aspectos individualizados o más segmentados limitados a periodos concretos, como la iluminación navideña que supone un fenomenal impacto económico durante las últimas semanas del año, el programa “Noches en la Villa” de Fuente-Álamo, con una atractiva programación cultural en los meses estivales, o la Semana Santa, que, desde el arranque de la Cuaresma, es indiscutiblemente, un punto de referencia para la sociedad pontanesa y escaparate de nuestras tradiciones.     

Pero en esos contenidos que debe incluir el producto turístico Puente Genil, debe haber una variedad que quizás tenemos y, hasta ahora, no hemos sabido ni valorar ni explotar en su justa medida. Por supuesto, la gran joya de la corona es el yacimiento arqueológico de Fuente-Álamo. La villa romana ha dado pasos de gigante en los últimos años para convertirse en un lugar cada vez más visitado. Los hallazgos arqueológicos, la construcción del Centro de Recepción de Visitantes, la ampliación de la zona visitable y, la previsible llegada en los próximos meses del mosaico nilótico, hacen de este lugar un punto de visita ideal para quienes llegan a Puente Genil. No obstante, hay margen de mejora para el futuro. La ampliación de la zona de aparcamientos o el hecho de contar con una mayor continuidad en las visitas de grandes grupos de visitantes podrían arrastrar a otros sectores como el de la restauración o la hostelería, cuyo crecimiento en la zona estaría a expensas de mejorar esa asignatura.

Otro punto fuerte del turismo pontanés debe estar en la Vía Verde del Aceite y su entorno. El hecho de que los cicloturistas no dispongan de una conexión accesible y segura con el casco urbano limita las perspectivas de crecimiento de la zona, pero no cabe duda que Puente Genil debe explotar su condición de ser la única localidad de todas las que jalonan la Vía Verde que cuenta con una estación de Alta Velocidad. El AVE abre muchos caminos y también favorecería la llegada de un tipo de turismo centrado en disfrutar del medioambiente y la naturaleza, con lo cual habría que saber aprovechar esa potencialidad geográfica que nos coloca como punto de inicio o final de la ruta.

Ligado al aspecto medioambiental, el término municipal de Puente Genil ofrece otras bondades que pasan inadvertidas para muchas de las personas que llegan a la localidad. El encanto del paraje natural del Embalse de Cordobilla, la Laguna Tíscar, Los Castellares y su poblado íbero de Astapa, Castillo-Anzur y sus imponentes vistas, o una ruta por las riberas del río Genil también merecen una visita que atraparía a los visitantes, aunque para ello también se requeriría de inversiones para trabajar, o seguir trabajando en su puesta en valor.

Por otra parte, ya en el casco urbano, la fortaleza turística de un edificio como La Alianza es innegable. Convertirlo en un lugar visitable durante todo el año, con atractivo suficiente para captar el interés del turista, se antoja como algo preferente. Además, su cercanía al puente de Miragenil, como punto de unión de las dos orillas sobre las que se cimentó el origen de la ciudad, también puede abrir el camino para impulsar turísticamente la calle Don Gonzalo y el barrio de La Isla. El edificio de Los Frailes es clave para recoger esas visitas, con el Museo de la Semana Santa, el Centro Fosforito o la Sala de Exposición Pérez Almeda, pero esa posibilidad de explorar el Puente Genil histórico también se podría complementar con rutas que incluyan cuarteles de Semana Santa, el Santuario de la Concepción, el Santuario de Jesús Nazareno, viviendas emblemáticas del casco histórico, o novedosas iniciativas como una ruta de las chimeneas para explotar el antiguo patrimonio industrial.

Pero además, Puente Genil tiene mucho más. Su fortaleza comercial como ciudad de compras para la comarca; la referencia del dulce de membrillo como hilo conductor para conocer la historia de la ciudad que, al mismo tiempo, invita a conocer un turismo etnográfico con rutas de la tapa ligadas al dulce; una ruta de bustos o estatuas para conocer a las personas que ayudaron a engrandecer en sus respectivas vertientes, y como no, todo lo que supone el turismo en Navidad, que requeriría de un apartado específico para canalizar todo ese flujo humano de visitantes que se mueve en esa época del año. Por último, Puente Genil también puede presumir de un turismo ligado al deporte de competición que vemos a menudo durante los fines de semana aprovechando la celebración de eventos deportivos. Saber gestionarlo, potenciarlo e impulsarlo con nuevos acontecimientos de relevancia paralelos a los actuales, también puede abrir una nueva e interesantísima  fuente de riqueza para la ciudad.

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