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Jaén

El ferial no resta ganas de comer, sí posibilidades

El bajo número de casetas de comida preparadas con atención en mesa está derivando a la ciudad

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Ambiente de fiestas de San Lucas en casetas y recinto ferial.

El acondicionamiento del recinto ferial con motivo de las fiestas de San Lucas está cambiando los hábitos de los jiennenses a la hora de disfrutar de un día de ‘no feria’ en el que es el espacio ‘tradicional’ para hacerlo. Tras años fomentando el ferial y sus casetas como lugar para disfrutar de un almuerzo o cena, este año, el montaje de una única caseta tradicional de comida en el espacio acotado, ha limitado las posibilidades de jiennenses y visitantes. Pero hay otras en el espacio abierto a puestos de feriantes.

El acceso a la zona acotada permite tomar asiento en la tradicional caseta ‘Santa Ana’, que según su personal, está funcionando “muy bien”. Con aforo para casi 450 personas, sus mesas están siendo ocupadas día tras días. Es costumbre degustar su paella, sus papas a lo pobre con jamón y huevo, sus carnes a la brasa, su jamón, también su marisco y pescado frito. Expuesto todo a la vista de los comensales y con precios asequibles a todos los bolsillos, no hace falta pedir la carta, sólo elegir qué comer para que ese día de fiesta nos deje buen sabor de boca. Con espacio en barra, mesas altas con taburetes y mesas interiores para reuniones, también se han montado mesas fuera.

Pero hay que llegar a tiempo para ocupar una, sobre todo, días como este 12 de octubre festivo, con temperaturas que invitan a celebrar San Lucas en torno a una mesa, platos y raciones al gusto de comensales.

Se echan de menos las casetas de las cofradías, de las más concurridas en ediciones tradicionales de feria. También la de los colegios profesionales, sindicatos y partidos políticos. Se concebían como punto de encuentro fijo de jiennenses afines y de quienes elegían el ferial para degustar gastronomía típica de San Lucas. La oferta gastronómica se había vuelto casi exquisita en algunos casos, con cartas cuidadas y platos elaborados como si de un restaurante se tratara.

Pero los jiennenses no se quedan sin comer. Hay otras posibilidades para quienes opten por el recinto ferial, acotado a 17.000 personas. Los feriantes han montado numerosos puestos de comida rápida, que si antes animaban a la parada de los más jóvenes, este año también lo está consiguiendo con las familias.

El recinto ferial huele a bocadillos, hamburguesas, kebab y perritos calientes en la zona del paseo central. Los puestos, algunos con mesas y otros con atención en mostrador, garantizan un servicio rápido y un precio que no supera los cinco euros en comida. Sólo a la entrada por la parte baja de la Avenida de Granada, hay una caseta con una oferta gastronómica similar a la de la zona acotada, con una zona cubierta con mesas; y otra, con la misma estructura e idéntico aforo, para degustar comida rápida. No faltan los puestos de vinos, donde es imposible no repetir.

Tampoco los de helados, algodón de azúcar, turrones y chucherías, que hacen las delicias de los más golosos . Por ello, quienes se están beneficiando de la escasez de casetas en el ferial son los hosteleros de la ciudad.

Sus aforos están completos desde el primer día y la previsión es que así sea hasta el día de San Lucas. Hay que reservar para garantizarse una mesa. Lo reconoce el presidente de la Asociación HosturJaén, Antonio Lechuga. “Los colectivos que siempre han montado caseta arrastraban a muchas personas que este año se están repartiendo por la ciudad. Está siendo un año atípico. No vamos a vivir otro igual. Todo está completo”, agradece.

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